A César lo que es de César

César se ha convertido en un auténtico maratoniano. Apenas da tregua a sus compañeros de trote (llámense Dani y Ramón). Sus comienzos no fueron nada vacilantes y ya destaca en las pendientes; le gustan las subidas y cuanto más duras mejor. No se le oye la respiración y puede hablar incluso en los cambios de ritmo con aceleración. No suele faltar, es puntual a las citas y aunque lleva exceso de equipación (sólo le falta el pasamontañas) apenas suda. Una de sus primeras carreras fue nocturna y al Tiro de Pichón y eso le valió infinidad de puntos. Esta ruta no es más que el primer escollo en su objetivo de graduación. Dos meses más tarde realiza el Pirindolo lo que le catapulta al segundo nivel. Me corroboran que en sus partidos de los sábados va de los primeros clasificados, señal de constancia y buen hacer en mundo del fútbol, es decir, el que es bueno en un deporte lo es también en otro. Pues bien, en el mundillo del footing local sólo le queda el último y tercer escalón para alcanzar la gloria: EL TABAIA. Lo tiene a su alcance cuando lo desee y, a partir de entonces, le hablaremos de usted con el reconocimiento total por su entrega, esfuerzo y perseverancia. ¡Amigo Pirulo como te llaman por otros lares, sigue en esa línea!