martes, 28 de septiembre de 2010

La porta del cel (IV): Pies cansados y ardientes.

Afrontamos la etapa más larga y última hasta Tavascán. Todas presentan una dureza similar y, que duda cabe, requieren una mínima preparación. Nos llegan buenas noticias de Enrique desde el hospital y, sin más dilación, arrancamos. Nuria y Quim salen primero y ya nos despedimos. Los primeros pasos nos llevan a algún que otro despiste pues las marcas a veces nos confunden y tomamos el camino incorrecto.

Empezamos por una senda preciosa y agradable junto al río; pronto la pendiente se hace considerable hasta llegar a una cabaña donde la sombra aplaca el intenso calor.

El fondo del valle ya queda muy atrás y nuestras miradas ojean el horizonte y no dejan de buscar los hitos y marcas que nos lleven por el camino correcto. Arriba, junto al primer lago, están los montañeros de verdad, extasiados por la belleza del paisaje. Una manada de caballos aún contribuye a ensalzar el lugar. Enfrente un refugio, pequeño, a modo de contenedor al que no le faltaba nada de lo indispensable ante unas condiciones climáticas extremas.

El paisaje se vuelve casi lunar, sin vegetación, sólo piedras, grandísimos desniveles y mucho calor. El agua escasea y llegamos a un collado donde nos reagrupamos con nuestros colegas andarines donde hicimos la última gran cumbre de La Porta del Cel.

Llegamos a la cabaña de Boldís donde estaba el último punto para clicar nuestro pasaporte y que certifica el cumplimiento de la totalidad del trazado.

El sendero se vuelve zigzagueante, pesado y con el final de la ruta a nuestros pies. Parece que por mucho que andemos no avanzamos. Tavascán está ahí bajo, muchas ganas de llegar y descansar después de esta larguísima estapa. Los pies están ardiendo.

Por fin llegamos y me apresuré acercarme al bar más cercano para pedir esas cervezas que tanto deseábamos. Recuerdo que Antonio me dijo que fueron las cervezas que mejor le habían sentado en su vida. Con un gran retraso sobre lo previsto, llegamos casi anocheciendo. Sólo quedaba cenar, recordar felizmente lo vivido estos días y buscar nuevos destinos.

lunes, 27 de septiembre de 2010

La porta del cel (III): Un gran susto.

Estamos en el punto más alejado desde nuestro inicio. Parece que estemos en otro mundo, casi sin vida humana. No se observa el más mínimo atisbo de civilización. Nos sentimos "pequeñitos" ante la majestuosidad del paisaje. De buena mañana, el valle que se observa desde el refugio está tapado por las nubes y el grupo de los 10 expedicionarios nos enfrentamos a la penúltima etapa.

La senda en contínuo ascenso serpentea a través de un barranco con una gran umbría que hace que la nieve permanezca incluso en Agosto. Vamos camino de la Pica d´Estats, la cumbre más alta del Pirineo Catalán. Como siempre el grupito ilicitano se queda rezagado. El resto tiene previsto hacer varios tresmiles...

Cruzar los neveros conlleva el riesgo de un resbalón. Poner los pies donde lo hizo el compañero inmediatamente anterior era la solución. Después de un gran esfuerzo hicimos cumbre... Allá, a lo lejos, en otra cumbre vimos a Rafa y Enrique sin temer a la ley de la gravedad. Me preguntaba cómo es posible que accediesen a esos lugares tan difíciles e inhóspitos al mismo tiempo.

Nuria, Fini, Marga, Antonio y yo nos dirigimos directamente hacia Vallferrera, sin rodeos. El resto se encarama a otras cumbres...

Una hora más tarde, en contínuo descenso y tras refrescar nuestros pies en un arroyo, vimos a Quim corriendo, con los ojos desencajados, buscando cobertura telefónica... ¡Enrique ha sufrido una caida importante y no se puede mover!-nos dijo-. Nos quedamos quietos, sin habla, cabizbajos, con infinitos interrogantes. Al poco,vimos por el cielo un helicóptero que se dirigía hacia el lugar del accidente.

Sin ganas de hablar, con paso lento y tristes, muy tristes, caminamos hasta el refugio a la espera de buenas noticias. Lo demás nada importa ahora, sólo el estado de nuestro querido compañero.

La espera en Vallferrera se hizo eterna. Al cabo de unas horas Xavi, Quim, Rafa y Oscar nos dieron noticias de primera mano y, pese a lo aparatoso de la caida, la vida de Enrique no corría peligro. Se encuentra en un hospital de Lleida donde estamos a la espera del alcance de sus heridas.

domingo, 26 de septiembre de 2010

No faltaremos a la cita


Repito, no faltaremos a esa cita para apoyar a nuestros grandes representantes en la alta montaña. El Everest les está esperando y nuestro corazón irá con ellos. ¡Ánimo muchachos!. También tendremos el gusto de saludar y homenajear al grupo Elxtrem que finalizó con éxito el Maratón des sables.

sábado, 25 de septiembre de 2010

Redescubriendo el Vinalopó


De buena mañana Paco, José Manuel, Nacho, Pascual y el que escribe nos hemos dirigido a redescubrir el más mínimo atisbo de senda por el cauce del Vinalopó. Un entrenamieno de unos 14 kms con parada en una finca en la que el dueño nos indica que "no le da gusto vernos". No entendemos bien si es por nuestro aspecto o porque hemos pisado algo de su tierra (doy fe que no había señal ni verja que indicase lo contrario). Como se puede observar en las fotos, no llevábamos armas ni teníamos la más mínima intención de hacer daño a alguien o a algo. Como bien diría mi amigo Ramón Sobrino: ¡será posible que haya persona en este mundo que no aplauda el deporte como un medio de encontratrse mejor!. En fin, los entrenamientos se siguen entre semana a la espera de las próximas carreras.

viernes, 24 de septiembre de 2010

La porta del cel (II): Momentos de incertidumbre

En la 2ª etapa, de Certascán al refugio de Pinet en territorio francés, vivimos una travesía de pura alta montaña. Pronto nos quedamos rezagados del resto del grupo. Nuestras fuerzas son inferiores y vamos "pasito a pasito". Hay amenaza de tormentas y algún senderista solitario desiste y se vuelve. Nosotros seguimos y nos envolvemos de un misterio ante lo desconocido.

Este lago que vimos en el recorrido presentaba un islote que lo hacía aún más precioso. Arroyos y cascadas se suceden a nuestros pies.

Empieza la lluvia. La predicción se cumple y debemos extremar las precauciones. Los chubasqueros son nuestros aliados y nos protegen así como un cobertizo situado a mitad del tyayecto.

Algunos tramos se hacen eternos y difíciles a través de enormes piedras que debemos sortear con sumo cuidado... pero falta por llegar el peor momento.

En el fondo del valle se ven unas nubes amenazantes que pronto nos envuelven en una espesa niebla, la lluvia no cesa, las marcas del sendero en Francia están borrados, la pendiente muy fuerte y pedregosa se hace resbaladiza, no paramos de hablar para saber que estamos ahí... ¡Uff! ¡el susto del grupo se acrecienta y tememos no llegar al refugio si la situación no cambia!. Con serenidad, muy despacio y volviendo sobre nuestros pasos para redirigir el GPS vamos avanzando. Desconocíamos la distancia que nos quedaba, los móviles sin cobertura y ningún atisbo de vida humana a nuestro alrededor.

Al final, después de unas dos horas PERDIDOS, despeja y vemos el refugio de Pinet en el horizonte. Las fuerzas flaquean, la sonrisa de Marga nos alimenta y, tras salvar un collado, el móvil nos avisa de que los compañeros de travesía están preocupados por nuestra tardanza. Desde el refugio nos visualizan con unos prismáticos. Rafa y Quim se ponen manos a la obra para echarnos una mano pues quedaba un último escollo que, sin la colaboración de ambos, jamás podríamos haber superado. Una cuerda y un desnivel muy duro hay que sortear para llegar.

MUCHISIMAS GRACIAS POR VUESTRA AYUDA... y, por fin, con los últimos rayos del sol en el horizonte, llegamos al refugio donde recibimos un caluroso aplauso. A más de uno le saltaron las lágrimas.

domingo, 19 de septiembre de 2010

II Carrera popular Pins i Mar. La Marina

Haciendo equipo


Cerca, junto al mar y con un trazado de algo más de 6 kms se ha desarrollado esta carrera donde el gran triunfador ha sido el gran Raúl Guevara del Marathon Cartagena. No faltaron Julia, Mayte, Angela, Nina, Esperanza, Paco, Tomás, Alberto, Nacho, Francisco Z, José, Gaspar... por cierto, de vuelta a Santa Pola, éste último se codeaba por el arcén a la misma velocidad que los coches por la carretera que cruza las salinas. Si es que a Don Gaspar esto de hacer sólo 6 kms es toda una minucia y necesita más y más y más... Calor y primera prueba del circuito que promete cosas interesantes. Felicito a Jose (el chico de Davinia) y a Nicomedes por sus fantásticos tiempos. Un ejemplo a seguir.