domingo, 5 de abril de 2009

Por Ferriol un Domingo de Ramos



Estas imágenes hablan por sí solas. La mayoría tenía prisa por volver pues no en vano "había que sacar el ramo". La vuelta por la senda de las canteras ha sido algo épica para los que desconocían lo de trotar por un barranco. Bien es cierto que en esta ocasión y, por las recientes lluvias, había mucho canto rodado lo que obligaba a estar muy atento a la hora de poner el pie; al final no hubo esguince alguno ni problema que comentar. La ida se hizo por el camino ASFALTADO del Pirindolo lo que produjo la indignación de todo el grupo. Entramos en una fase de mantenimiento sin objetivo marcado a corto plazo, disfrutar del aire libre con suaves trotadas como ésta y sin necesidad de mirar el crono.


1 comentario:

Miguel Angel dijo...

Que razon tienes Ramon, la verdad que cuando no hay objetivo cercano y se corre por sensaciones, sin series, sin cambios de ritmo, sin tiradas de taitantos kms, lo hecho de menos, en fin, pronto llegara la calma veraniega.
SAludos
Miguel Angel